sábado, 14 de marzo de 2015

Superando la decepción .









Entendemos por Decepción:

"Pesar causado por un desengaño" y por Desengaño "Conocimiento de la verdad, con que se sale del engaño o error en que se estaba" "Lecciones recibidas por experiencias amargas".
Resumiendo se puede entender como que nos sentimos defraudados, cuando hemos creado una imagen o concepto de una persona y luego no se acopla con nuestra realidad o verdad.

Nuestro grado de decepción variará dependiendo de la afectividad, los sentimientos y el lazo de unión que tengamos con la persona.
Independientemente de cuales sean estos, en todos los casos la decepción te deja un sabor amargo y un pesar en el interior, y estos sentimientos tampoco serán iguales en todas las personas, ya que como todos sabemos, asimilamos, aceptamos y superamos de formas muy distintas.

Todos a lo largo o corto de nuestra vida, pasamos por decepciones o desengaños, ya sea en el ámbito laboral, familiar, amistad o sentimental. Quizás el más doloroso sea el sentimental, debido a que nuestros sentimientos están más arraigados y normalmente nos entregamos más. Aún así cabe destacar que sea cual sea el lazo de afectividad, siempre será un proceso delicado.

Para superar este "sabor amargo" y dar paso a la normalidad en nuestras vidas, ante todo y principalmente es mantener la calma (por difícil que parezca). Generalmente nos invaden preguntas, de las que no obtenemos respuesta (si en un futuro) y nos lleva a un estado de más ansiedad, lo que genera más incertidumbre (todo es una cadena).
Como tenemos sentimientos, será inevitable no sentir esa sensación de desazón en nuestro interior, seamos conscientes de ello. Pero dependerá mucho de como lo afrontes para que ese "dolor" mengüe y llegue a desaparecer por completo.

Partamos de la base de cada persona es única y como seres en evolución que somos, navegamos por un mar que aunque todos vamos en el mismo barco, el camarote es distinto. Aceptando esto, comprenderemos que no podemos pensar igual (ni lo hemos de pretender) y que para lo que una persona carece de importancia, para la otra puede ser su prioridad.
Aun sabiendo que podemos tener más o menos razón y nos sintamos de lo más defraudados, hemos de comprender, que erramos, nos equivocamos y no siempre obtendremos lo que esperamos.
Esto no justifica la causa, pero ayuda a entender que la otra persona no está en nuestro nivel (ni mejor ni peor, sino diferente) y que ve la cosas o situación desde otra perspectiva.

Te ayudará a superar el proceso: 
-No discutir o forzar más la situación.
-Una relación justa y necesaria dentro del respeto (en el caso que tengas que mantener el contacto, o así lo quieras tu).
-No hablar despectivamente de él/ella.
-No hables con terceras personas de la situación (cada una te dará su opinión y te confundirán más)
-No desear nunca nada negativo hacia él/ella.
-Desear que esa persona, tenga la claridad suficiente para avanzar.

Se que es muy difícil cuando te hieren los sentimientos, tener claridad o ser benevolente, pero de lo contrario solo te perjudicará más. Si el grado de decepción es profundo y por X motivos, esa persona ya no puede aportar nada positivo a tu vida, y no deseas que forme parte de tu entorno, tu has de colaborar de manera positiva a ello, nunca negativamente. Insisto que no es fácil, pero tampoco imposible.


Con el paso del tiempo, todo volverá la normalidad y tus sentimientos tomarán otro cáliz. Personalmente considero que debemos guardar para nosotros lo buenos momentos (seguro que los hay) y no arrepentirse de lo que hayas vivido o disfrutado junto a esa persona, pues si así ocurrió, fue porque lo deseaste. Si no estuvo a tu "altura", sino te correspondió como esperaste y todo esto te llevó a la decepción, esta experiencia te servirá para madurar, aprender, rectificar, perdonar y avanzar.

Todos podemos superar este trance, porque así debe ser. Tu tienes la luz y la fuerza necesaria para esto y para más, aunque la montaña se te haga pesada y lenta, terminarás llegando a la cima y la serenidad volverá a tu corazón. 

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